martes, 23 de diciembre de 2008

El Nacimiento de Jesús según Antonio14


Era una noche muy fría la del 24 de Diciembre de hace más de 2000 años. Un albañil y su mujer embarazada caminan lentamente hacia Belén, donde nació el albañil, José. Allí debían ir debido a un censo que se estaba realizando.

- Tu ya podías haber nacido en Judea, y no en el culo del mundo.-le dijo María, su mujer, claramente jodid…fastidiada por tener que andar cons ese tiempo y embarazada de 8 meses y pico.
- Calla, que contento me tienes…
- Otra vez con lo del embarazo?
- Pues si, que tengo mas cuernos que el salón de Jesulín de Ubrique.
- Y dale, que es obra del Espíritu Santo.
- Verás cuando coja yo al Santo ese…que con ese nombre debe ser Portugués… verás cuando lo coja…
- Si es que me pones de los nervios, mira el charco de sudor que dejo…
- María, que eso es que has roto aguas¡¡
- No, el que rompía las aguas era Moisés, para pasar por el río y tal…
- Que no joder, que estás de parto¡¡
- Leches¡¡ Y que hacemos, si estamos en mitad de la nada…
- Vamos allí a aquel establo.
- En un establo? Entre animales?
- Si quieres llamo al Namur, no te jode…

Mientras tanto 3 camellos avanzan cansinamente con 3 figuras montadas en ellos. La suntuosidad de sus vestimentas y sus coronas hacen pensar que dos de ellos son reyes. El tercero es negro y lleva turbante, cosa que claramente sirve de motivo para el cachondeo de los otros dos.

- Repítemelo de nuevo, Melchor- dijo el pelirrojo, llamado Gaspar- porqué hemos dejado nuestros reinos, nuestras comodidades y nuestro tocamiento de huevos diario para viajar al culo del mundo en camello, que me estoy dejando las posaderas en carne viva?
- Porque hoy nace el Hijo de Dios según las profecías, Gaspar.-contestó Melchor, de pelo y barba largos y blancos. – Y debemos ir a adorarlo y presentarle nuestros regalos.
- Y no podían haber venido nuestros súbditos?
- Él es el Rey de los Judíos e Hijo de Dios.
- Y yo soy Rey Mago, chaval, saco conejos de la corona y muchas cosas más.- respondió Gaspar sacando una baraja de cartas. – Coge una carta, la que quieras…
- Calla Gaspar, que debemos encontrar al niño pronto, que se nos echa la hora encima.
- Oye shico – dijo Baltasar, el Rey Negro.- Tiene alguna idea de adonde carajo vamos? Porque llevamo dando vueltas desde hase ya unos cuantos dias, brothel.
- Me estais tocando mis reales pelotas ya. – dijo Melchor.- Tenemos que seguir una estrella fugaz, que todavía estoy buscando…
- Una estrella fugaz?- preguntó extrañado Gaspar.- Así vamos a llegar lejos…- susurró a Baltasar.
- Ya te digo, Gaspá. El viejo ete etá loco, brothel.


José había adecentado un poco el establo, colocando la paja mas limpia para que María pudiera sentarse y tumbarse a gusto. María estaba medio recostada y respiraba entrecortadamente, dando muestras de que el parto estaba empezando.

- Bueno, pues respira y tal…- dijo José, poco convencido de sus habilidades de matrona.
- Gracias por tus sabios consejos, si no llega a ser por ti hubiera dejado de respirar…
- No me toques las narices, María, que estoy muy nervioso.
- Yo sin embargo estoy tranquilita… voy a parir al Hijo de Dios en un establo, hace un frío que pela, y la mula y el buey esos no hacen mas que mirarme…
- Todo saldrá bien, María. No creo que Dios dejase que a su hijo le pasara nada.
- Tu has leído poco las Sagradas Escrituras, no?
- Yo es que soy más del Marca…
- Ya veo…- de repente María vio una figura acercándose hacia el establo.- Ay madre mía, José, que viene alguien…
- Tranquila María. – dijo José acojonaillo.- Tengo aquí mi bastón. Si hace falta se lo parto en la espalda a quien sea…



La figura se acercaba lentamente hacia María y José. El albañil agarraba con fuerza su bastón, y María intentaba no parir del susto. Oyeron extrañados que un raro sonido metálico acompañaba los pasos de la figura. Entonces se vio que era un pastor que portaba una especie de bolso hecho de piel y un objeto redondo con platillos de metal.

-Joder que susto nos has dado. – le dijo José saliendo a su encuentro. - ¿Qué quieres?
- Solo vengo siguiendo el camino que lleva a Belén, que baja hasta el valle que la nieve cubrió, porque yo, como pastorcillo, quiero ver a mi rey y le traigo regalos en este humilde zurrón, ropopompom, ropopompom.
- ¿Qué cojones dices? ¿Qué significa ropopompom?
- Ande ande ande la marimorena, ande ande ande que es la noche buena. – dijo tranquilamente el pastor.
- Quien es la marimorena? Y que dices de noche buena si hace un frio que pela?
- Pero mira como beben los peces en el rio. Pero mira como beben por ver a Dios nacido. Beben y beben y vuelven a beber…
- Eso es lo que voy a hacer yo ahora mismo… Saca la bota María, que me voy a emborrachar…

Entonces José vio que encima del establo había otra figura. Parecía un niño rubio, pero tenía alas blancas y brillaba con luz propia.
- Y tu que haces ahí subido?
- Es que se me ha colao el balón, que estabamos echando un futbol ahí al lado.
- A mi no me engañas, que se que tu eres un ángel.
- Bueno si…
- No serás el Espíritu Santo, no? No serías tu el que dejó embarazada a María?
- No, yo no corono rollos con bombos. O con condón o yo pongo stop.
- Hoy la gente está muy rarita, dicen cosas muy raras…primero el pastor este y ahora el mariquita del techo… menuda nochecita…- dijo José en voz baja, entrando de nuevo al establo.
- Que pasa?- preguntó María.
- Nada, un pastor que dice cosas raras y un mariquita que se ha subido al techo… todo esto es muy raro María…
- Yo lo que quiero es parir ya, que la mula y el buey están conspirando para echarme de aquí a coces, que lo estoy viendo…

De repente hubo un golpe fuerte en el techo y vieron caer al ángel al suelo. Segundos después cayó otra persona, muy gorda y vestida de rojo, con un saco marrón. Se levantó enseguida y dijo:
- Jou jou jou, feliz navidad.
- Otro friki…-dijo José en voz baja.- No será usted médico o algo, que mi mujer está de parto.
- Tu me ves pinta de médico?
- No me hagas decir de que tienes pinta.
- Eh, un respeto que vengo a haceros regalos. Soy Papá Noel.
- Osea, que tu eres el padre, el que dejó embarazada a María¡¡ Mecawendiez.
José se lanzó a por Papá Noel con el bastón por delante. Éste, al ver que se iba a llevar una somanta palos sin saber porqué intentó huir. El pastorcillo mientras estaba intentando coger algo del saco de Papá Noel, pero se cayó dentro. Papá Noel cogió el saco y se subió en su trineo volador, huyendo deprisa para que José no le abriera la cabeza.
Papá Noel aún estaba impresionado por el recibimiento que le habían dado, así que cuando oyó voces dentro del saco se asustó.
- Será un Furby o algo así…- dijo Papá Noel para tranquilizarse.ç
- Que no, que soy un pastorcillo¡¡
- Pero bueno, que haces metido en el saco de los regalos? Ya ibas a robarme? Pues aquí te quedas. – dijo Papá Noel tirando al pastorcillo desde el trineo.

Mientras tanto los Reyes Magos seguía desorientados.

- Oye Melchor. – dijo Baltasar. – Yo creo que no pasaba ná si nos damo la vuelta y nos vamos a casita, brothel. Que se hase tarde y me estoy quedando helaíto.
- Si ya debemos de estar cerquita…aguantad.
- Pero si no se ve la estrella fugaz ni nada. – dijo Gaspar.
- Mira eso, shico. – dijo de pronto Baltasar.
Algo parecido a una flecha roja se abría paso en el cielo oscuro, dirigiéndose hacia los 3 Reyes. Vieron como un objeto caía desde la flecha hacia ellos, aterrizando a escasos centímetros de donde se encontraba Melchor.
- Aquí está la señal al fin. – dijo Melchor. – Dinos, ángel del Señor, donde está el Hijo de Dios.
- Perdone, pero creo que se equivoca… yo soy un pastor al que un gordo vestido de rojo a tirado desde un trineo volador.
- Madre mia, Gaspá, y yo que creía que Melchor etaba loco…
- Pero no sabes nada del nacimiento del Hijo de Dios. – preguntó Melchor al pastor.
- Si, vengo del Portal de Belén.
- Bien¡¡ -dijo Melchor lleno de alegría. – Dinos al menos como es el Portal
- En el Portal de Belén hay estrellas, Sol y luna. La Virgen y San José y el niño que está en la cuna.
- Oye tú, pastorsillo, no le toque las pelotas a los Reye Mago, que todavía cojo el incienso y te lo meto por el…
- Tranquilo Baltasar, está hablando figuradamente… - intervino Melchor. – Supongo que si seguimos este camino llegaremos al portal.
- Démonos prisa, que a este paso no llegamos ni el 6 de Enero… - dijo Gaspar.
- Hacia Belén va una burra, rin rin. – dijo el pastorcillo
- A quien llamas burra tu?



- Empuja, María, empuja¡¡
- Por qué no sale este niño de aquí¡¡
- Empuja María, por tu madre, y vamonos ya de aquí, que tengo el culo helao
- El culo?
- Si, es que ha entrado unos ratones y me han roído los calzones…
- Mira que te dije que no los dejaras en el suelo…
- Tu empuja, ya me compraré otros. Ya sale¡¡ Ya sale¡¡


A pocos metros del Portal los Reyes Magos seguían avanzando. El pastorcillo iba montado en el camello de Baltasar.

- Ya lo veo¡¡ Debe ser aquel¡¡
- Ya vienen los Reyes Magos, ya vienen los Reyes Magos caminito de Belén, olé olé y olanda y olé, y Holanda ya se ve, ya se ve, ya se ve. – dijo en un tono neutral el pastorcillo.
- No me joda, Melchor, que el pastorcillo ete dise que aquello é Holanda, brothel. Que nos hemo perdío, Melchor. Nunca volveremo a nuetro reino, Gaspá.
- Tranquilo Baltasar, que aquello fijo que es el Portal.- dijo Gaspar. - Y si no lo es le vamos a pegar una paliza a Melchor de aquí hasta Jerusalén.
- Que sí, chicos, que aquello es el Portal. –dijo Melchor. – Ya veo a la parturienta.
- Meno mal que llegamo, porque el pastor ete me tiene ya las bola llenas, no hace na mas que preguntame por el nuevo disco de Raphael…


Y, por fin, los Reyes llegaron al Portal.

- Saludos. – dijo Melchor.- Somos los Reyes Magos, y venimos a adorar al Hijo de Dios.
- Buenas noches, honorables señores. – dijo María. – El niño está ahí en el pesebre, entre la mula y el buey.
- Uy que bonito¡¡ Que niño mas guapooo¡¡ - dijo Gaspar acercándose al pesebre.
- El niño é clavaíto a su padre, brothel.
- Y yo me cago en tu madre, negro.
- José¡¡ Un respeto que son Reyes.
- Oye shico, tranquilo, que no quería moletarte.
- Hemos traído unos regalitos – dijo Gaspar. – Yo he traido incienso, que lo quemas y huele muy bien, sabes?
- Uy gracias – dijo María. – Justo lo que había pedido…
- Y yo traigo mirra, brothel.
- Y eso que es? – preguntó José.
- Ni idea, shico, nadie lo sabe, pero tengo tambié polos de Tomi Jilfiger a 10 euros, shico, a 10 euros.
- Pues yo he traido oro… - dijo Melchor.
Gaspar y Baltasar lo miran de arriba abajo.
- Melchor, brothel, ere un tocapelota. Eso se avisa, que ahora hemo quedao nosotros como el culo.
- Pues si el incienso y la mirra está muy bien… -argumentó Melchor.
- La próxima vez que quieras compañía para ir a adorar a un niño te va a acompañar tu padre.
- No os peleis, sus Majestades. Sus regalos han sido lo mejor de la noche, de verdad. Jesús os lo agradece. Ahora volveremos a casita…
- Esto… - dijo Gaspar. – No deberíais…
- Y eso?
- Resulta que Herodes está matando a todos los niños que nacen por estas fechas… se ve que no quiere que venga el Hijo de Dios…
- Pues ya la hemos liao. – dijo José. – Ahora nos tendremos que quedar aquí.
- Hombre, con el oro de nuestro amigo Melchor – dijo Gaspar dándole una patada en la espinilla – podeis compraros una casita aquí y esperar a que muera Herodes.
- Pues si. O volver un poco antes de que muera y decirle: Ah, no has matado al Hijo de Dios¡¡¡ Te jodes como Herodes¡¡¡ Jajaja – dijo José.
Todo el mundo se quedó callado, sin reir el chiste de José.
- Que poco sentido del humor tiene la gente por aquí… me voy a tomar el fresco…
- Que chiste má malo, brothel…
- A ver, cuenta tu alguno – dijo Gaspar mientras José salía del Portal.
- Pues eto van dos negrito por la selva y de repente ven a un brothel to gordo, vestío de rojo y montao en un trineo lleno de regalo, y le dise uno al otro:
Mira, shico, Papá Noé. Y dise el otro: ni mamá tampoco. Ajajajaj
Nadie se ríe del chiste de Baltasar.
- Que poco sentido del humor tienen, brothels.

José se hallaba fuera, mirando la estampa que ofrecían los demás dentro del Portal.
- Al final no ha salido mal la cosa. – pensó en voz alta. – El niño ha nacido sano, y nos quedaremos aquí hasta que Herodes la palme… Si es verdad que es el Hijo de Dios, esta escena se recordará para siempre. Esta escena tal cual. María con el niño, la mula y el buey, yo a su lado, claro, y los Reyes Magos adorando al niño y… quien es aquel del árbol?
- Soy yo, el pastorcillo…
- Y que estás haciendo ahí agachado debajo de un árbol?
- Pues… que es mi momento All Bran…
- Joder…


Y como José predijo en ese momento, esa escena a llegado hasta nosotros tal cual, incluido el pastorcillo en ese momento incómodo. Y ésta es la verdadera historia del caganer.

3 comentarios:

Jonathan CJ dijo...

no e llegao a tiempo de firmarte en el floj a pesar de la promocion q te as echo en el mio... jejej

pero te tenia q firmar hoy...

que manera de reirme yo solo en mi casa ahi...

XD

le e pasado tu aztu a un par de hamijas y hamijos...

muy buena enserio tio!

jejej

(por cierto, soy "sektario" en el mundo fotologero...)

;)

Carlos Oliveros dijo...

joder, que bueno tio, me encanta tu blog!!!

Carlos Oliveros dijo...

por cierto te he agregao en misblog favoritos para seguirte leyendo, eres un crack

Porqué prefieres que sea conocido Puertollano??